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Por: Silvia Pardo - Fecha: 18/06/2020
Realizar una alimentación detox, que estimule el sistema inmune, eliminar toxinas mediante caminatas y ejercicios para favorecer el sistema linfático y “resetear” nuestro organismo debe ser el objetivo en esta etapa post cuarentena. Para eliminar la química del estrés en nuestro cuerpo y alma y volver más fuertes y renovados.
¿Pero qué pasó en nuestro cuerpo durante los días de encierro?
Sin duda, nos alimentamos diferente y cambiamos muchos de nuestros hábitos, para bien y para mal.
Según la Licenciada en Nutrición Andrea Rochaix, MN 1506, @nutricion24hs.com, “Distintas encuestas confirman que durante el confinamiento aumentó el consumo de gaseosas, bebidas alcohólicas, golosinas, panificados, galletitas, harinas, embutidos y el tiempo dedicado a cocinar casero. Por otro lado, disminuyó el consumo de verduras y frutas, excepto las que se conservan por más tiempo como
papa, batata, zapallo y lácteos, y también se redujo la actividad física en líneas generales, salvando los casos en los que se la incorporó como un nuevo hábito de estilo saludable, o las personas físicamente activas que trataron de mantenerla.”
Además, la especialista señala que el aislamiento modificó no solo nuestras costumbres en la selección de alimentos, sino que cambió nuestros hábitos de “relacionamiento” con ellos. Por un lado, en algunos sectores sociales, la compra virtual pasó a ser habitual, se volvió más consciente y ecológica, priorizando los comercios de cercanías; las cocinas pasaron a ser un lugar de experiencias culinarias nuevas y la lista del supermercado dejó de ser la misma de siempre”.
Era natural que tratáramos de consolarnos de tanta angustia y encierro dándonos los gustos en la comida. La Lic. Rochaix explica que ante el estrés, la ansiedad y las emociones negativas la comida pasa a ser una buena estrategia para enfrentarlas. “Esto viene en nuestro “código de barras”, porque una de las funciones principales de los alimentos es bajar nuestro nivel de estrés”, señala la especialista.
Y no solo eso, nuestro cerebro, además, nos pide recompensa, placer… “Entonces buscamos alimentos “reconfortantes”, con una composición rica en azúcares y grasas, que los hace calmantes frente a la ansiedad y el estrés”, comenta Rochaix. Pero poco calmantes frente a la balanza.
Tal como lo auguraban distintos memes que inundaron las redes sociales, varios estudios afirman que durante la cuarentena se registró un aumento de peso de tres kilos promedio. Las encuestas que confirman y coinciden en esta conclusión han sido realizadas por el Instituto IFOP para Darwin Nutrition, Francia, PronoKal Group y profesores del Deusto Salud de España.
¿Cómo "limpiar" nuestro organismo, reequilibrar el peso corporal y ajustar la alimentación para volver a la senda saludable?
A continuación, las recomendaciones.
Para salir de las costumbres poco saludables (y kilos de más) que nos dejó el asilamiento social la Lic. Rochaix recomienda hacer un switch en nuestro estilo de vida, evitar las propuestas dietéticas “del momento”, para no caer en frustraciones y consultar a un profesional.
Consejos para desintoxicar el organismo:
Rochaix explica que estos grupos debemos incluirlos sí o sí en nuestra alimentación y son tan importantes que si por alguna razón no consumimos alguno de ellos, debemos consultar al nutricionista para que nos ayude a buscar un reemplazo. Cada uno tiene una función específica en nuestro cuerpo.
Sabemos que el COVID-19 va a seguir estando entre nosotros hasta que se cree la vacuna y esté disponible para todo el mundo. Para llegar a ese esperanzador momento se estima que faltan varios meses aún. Por lo tanto, tener altas nuestras defensas es vital.
“El sistema inmune es la barrera que nos defiende de las enfermedades y su eficiencia depende en gran medida de los alimentos que comemos. La integridad del estado nutricional, contribuye significativamente a proteger a las personas del contagio por COVID-19. Quienes tienen una mejor alimentación, con un buen balance entre macro y micronutrientes, poseen menores probabilidades de desarrollar cuadros graves de esta enfermedad”, destaca Rochaix.
Hay nutrientes específicos, esenciales para una respuesta inmune óptima, en la defensa frente a la invasión de virus y otros patógenos. Dentro de esta lista, se encuentran:
La actividad física es tan importante como tener una buena alimentación. Si durante el aislamiento pudimos incluirla en nuestra agenda, ¡no perdamos ese saludable hábito!
La actividad física es muy importante para desintoxicarnos porque estimula y moviliza el sistema linfático que vierte las toxinas al sistema circulatorio, para ser procesadas por el hígado y eliminadas a través de la vesícula biliar o el colon. Esto refuerza el sistema inmunitario.
Podemos hacer una caminata, yoga, andar en bici, correr, nadar, etc. También vale hacer tareas de jardinería, o bailar. Sumar a lo largo del día 30 minutos de actividad física de la forma que más nos guste, todos los días es esencial para nuestras defensas.
También tratemos de dormir 7 a 8 horas. La falta de sueño aumenta el estrés, la ansiedad, nos da más hambre y baja las defensas.
“Alguien dijo, después de toda pandemia renace la humanidad. Creo que esta es un enorme “taller intensivo” de nuevos aprendizajes, habilidades, de transformación personal y social. Se abre una ventana a un nuevo mundo, con personas que van a buscar más equilibrio en todo lo que hagan, van a vivir diferente, a pensar, comprar, cocinar y relacionarse de forma diferente, van a dar valor a otras cosas. Este es un gran renacimiento de oportunidades y transformación, para desaprender y volver a aprender y mejorarnos”, afirma la especialista.
Ojalá que así sea.